Archivo del December 3rd, 2011

Desde ningún punto de vista tenía el aspecto de un gran líder: los primeros retratos de Konosuke Matsushita revelan a un joven serio, cuyas orejas sobresalen como las alas de un avión. Jamás llegó a medir más de un metro sesenta ni a pesar más de 67 kg. A diferencia de su rival, Akio Morita de Sony, no era ni carismáticamente bien parecido, ni conocido a nivel internacional. No se destacaba por su oratoria pública ni hizo despliegue de sus habilidades intelectuales. Sin embargo hizo lo que hacen todos los grandes líderes: motivó a grandes grupos de individuos para mejorar la condición humana.

Su legado es estremecedor. Después de la Segunda Guerra Mundial, Matsushita fue una de las figuras centrales entre los que ayudaron a conducir el milagro económico japonés. A través de Panasonic y otras ramas, la firma que él fundó brindó a miles de millones de personas los artefactos domésticos y artículos electrónicos de consumo.

Hay pequeñas acciones que desafían los estereotipos acerca de los industriales ricos y poderosos, y que se convirtieron en folklore. Una historia típica: en 1975, Morimasa Ogawa y otros cinco gerentes generales fueron invitados a almorzar con el fundador de su empresa. A ésta altura de la vida de KM, su imagen ya había aparecido en la tapa de la revista Time y con regularidad se decía que él pagaba más impuesto a las ganancias que ninguna otra persona en Japón. Porque Ogawa había tenido poco contacto con El Grande, esperaba éste almuerzo con emoción y temor.

El lugar era un restaurante en Osaka. Los seis hombres se encontraron poco después del mediodía. Después de los saludos y la plática informal, todo el mundo ordenó bistec, Matsushita tomó dos vasos de cerveza mientras contaba cosas acerca de los negocios y la historia de la empresa. Cuando los seis habían terminado el plato principal, Matsushita se inclinó hacia Ogawa y le pidió que encontrara al chef que había cocinado su bistec. Insistió con mucha claridad: “El gerente, no. El chef”. Entonces Ogawa se dio cuenta que Matsushita sólo había comido la mitad de su plato.

Preparado para lo que podía ser una escena extremadamente incómoda, Ogawa encontró al chef y lo trajo a la mesa. El cocinero llegó con expresión de extrema congoja, porque sabía que el cliente que lo había llamado era una persona de importancia excepcional.

“¿Pasa algo malo? “Preguntó el chef muy nervioso.

“Te has tomado todo el trabajo de cocinar éste bistec – respondió Matsushita -, pero sólo pude comer la mitad. Y no es porque no fuera bueno. Es delicioso. Pero verás, ya tengo ochenta años y mi apetito no es lo que era.”

El chef y los otros cinco comensales intercambiaron miradas de no entender nada. Les llevó varios minutos darse cuenta lo que estaba pasando.

“Pedí hablar contigo – continuó Matsushita – porque temía que te sentirías mal al ver el bistec a medio comer otra vez en la cocina.”

Sus ideales y principios en su gestión como responsable del Management de su compañía eran “Simplicidad, Austeridad y Humildad”.

Lo más importante es, le dijo a una persona que lo entrevistaba, tener la mente abierta. Un hombre no debe actuar sólo sobre la base de su propio conocimiento. Hay un dicho que afirma que el hombre no se confundirá si mantiene los ojos abiertos, ni tampoco se confundirá si siempre escucha lo que dicen los demás. Mas allá de quién sea la otra persona, adquirirás conocimientos inesperados si la escuchas con una actitud modesta, a la expectativa de aprender algo. Un líder se convierte en un buen modelo cuando es humilde, respetuoso, abierto a nuevas experiencias, diligente, trabajador y optimista. En última instancia, es la gente la que hace que las cosas sucedan, y no el líder. No mires los tiempos difíciles sólo como si fueran amenazas, míralos como oportunidades para aprender, a través de la penuria y el fracaso uno puede renacer más fuerte, el éxito puede frenar el desarrollo personal si conlleva a la arrogancia y a esquivar los riesgos, la predisposición para asesorarse humilde y honestamente está en el corazón del desarrollo personal”

Su enseñanza tendería a desarrollar cinco cualidades en las nuevas generaciones de líderes del Japón:

  • Una fe sincera en que la verdadera firmeza puede vencer casi cualquier obstáculo
    • Espíritu de independencia en el pensamiento y en la acción
    • Apertura para aprender de la experiencia de los demás
  • Gran capacidad para romper con estereotipos y la manera tradicional de pensar
    • Mucha disposición para cooperar y colaborar con los demás

Fragmentos extraídos del libro “El liderazgo de Matsushita”. John P. Kotter. Editorial Granica.

Continuando con el tema del análisis de causa raíz, vamos a dar algunos detalles más sobre otra de las herramientas que mencionamos anteriormente: los diagramas de flujo o flowcharts.

Muchos de los problemas que suceden en las organizaciones están relacionados a sus procesos de negocios. Es por eso, que suele ser muy útil en una primera etapa del análisis de causa raíz confeccionar un diagrama de flujo del proceso para ayudar a la comprensión del mismo.

El objetivo principal de un diagrama de flujo es mostrar la secuencia de actividades del proceso.

Diferentes tipos de diagramas de flujo

Podemos elaborar diagramas de flujo de diferentes formas y tamaños.

Están los diagramas de flujo regulares donde aparece la secuencia de actividades, sin demasiada información adicional. También hay otros donde se vuelca más información como por ejemplo los multifuncionales, donde se mencionan las actividades por sector. En ocasiones se los arma utilizando una columna por departamento o sector, lo cual nos permite a simple vista ver como se mueve el proceso a lo largo de la organización.

En cuanto a la simbología utilizada, les recomiendo ir por los símbolos clásicos:

Aunque muchos prefieren utilizar símbolos más vistosos como los que podemos encontrar en los softwares específicos para construir diagramas de flujo.

Pero eso lo dejo a consideración de cada usuario, lo importante es que el flujo del proceso quede claramente establecido en el diagrama elaborado.

Ahora considerando un diagrama de flujo básico o regular, les dejo este check list que pienso que les podrá servir a la hora de efectuar la confección de un diagrama de flujo de un proceso.

Check list para confeccionar un diagrama de flujo

▫       Incluir a todos los que trabajan en el proceso para confeccionar el diagrama de flujo del proceso. Esto es importante de manera de asegurar la información y para crear propiedad del resultado final.

▫       Efectuar una identificación inicial del alcance del proceso (alimentación, producto, proveedores, clientes, etc.)

▫       Identificar las actividades principales del proceso que son llevadas a cabo para convertir los ingresos en productos

▫       Ubicar las actividades de manera de lograr una descripción exacta del proceso que estamos revisando

▫       Si lo desea, puede agregar información (responsabilidades departamentales, comentarios, etc.)

▫       Por último una vez que los participantes llegan al acuerdo del diagrama de flujo elaborado, el diseño puede ser guardado

A modo de ejemplo, en el artículo sobre sistema de manejo de desvíos podrá encontrar un diagrama de flujo del proceso, donde no solo cuenta con las distintas etapas del proceso, sino también con los responsables de llevar adelante cada una de ellas y un comentario aclaratorio.

Espero que les resulte útil y usen esta herramienta para representar sus procesos.