Archivo del April 18th, 2020

¿Sabes qué es la resiliencia? ¿Quieres aprender a ser una persona más resiliente?

A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos…

Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.

Qué es la resiliencia: definición y significado

El significado de resiliencia, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua  (RAE) es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de resiliencia: no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.

La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo, ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

El origen del concepto de resiliencia en psicología

El primer autor que empleó este término fue John Bowlby, el creador de la teoría del apego, pero fue Boris Cyrulnik, psiquiatra, neurólogo, psicoanalista y etólogo,  el que dio a conocer el concepto de resiliencia en el campo de la psicología en su bestseller “Los patitos feos”.

La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?

La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos  podemos desarrollar a lo largo de la vida.

Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.

De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentarse a los diferentes retos de la vida.

¿Qué caracteriza a una persona resiliente?

Las personas que practican la resiliencia:

  1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
  2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
  3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
  4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto.
  5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
  6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
  7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
  8. No intentan controlar las situaciones, sino sus emociones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas con capacidad de resiliencia saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control. Se centran en cambiar sus emociones, cuando no pueden cambiar la realidad.
  9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
  10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que los resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
  11. Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
  12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.

Tomado de Rocio Linares, https://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/

¿Cuáles son los requerimientos mínimos de Calidad y Compliance para la Resiliencia de la continuidad del negocio, la gestión de la continuidad de los servicios de IT y la planificación de recuperación de desastres? 

Nos estamos refiriendo a los procesos del negocio soportados por sistemas computarizados, dentro del laboratorio y a todos los sistemas computarizados y los servicios que los soportan.

¿Qué deberíamos considerar?

  • Gestión de la Continuidad del Negocio

Esta gestión debe asegurar para todos los procesos de negocios del laboratorio, que tras la disrupción, la operatividad comercial se mantiene en un nivel aceptable.

Cuando no se requieran planes de continuidad del negocio, esta decisión debe ser documentada y justificada con una evaluación de riesgos adecuada que tenga en cuenta el impacto sobre el negocio.

  • Gestión de la Continuidad del Servicio de IT

La Gestión de la Continuidad del Servicio de IT debe asegurar que la infraestructura de IT del laboratorio y sus servicios se pueden restaurar en los plazos determinados de conformidad con los Niveles de Servicio después de un desastre. Todos los Servicios de IT   requieren planes de recuperación y procedimientos establecidos de acuerdo a su criticidad.

Los planes de Gestión de Continuidad del Servicio de IT debe incluir la planificación de procesos y ajuste de procedimientos durante desastres, así como de Planes de recuperación Servicio específicos direccionados a la recuperación técnica.

Estos planes deben revisarse y ensayarse sobre bases regulares para asegurar viabilidad y efectividad. Los planes y capacidades de recuperación deben ajustarse de acuerdo a los resultados de los ensayos realizados.

Se deben realizar  evaluaciones y revisiones de riesgo periódicas para identificar si la probabilidad de un desastre o interrupción del servicio serio para el laboratorio ha cambiado y / o para identificar nuevas amenazas o vulnerabilidades. Los planes de Mitigación de Riesgo / Mejora de Servicio se deben desarrollar según el caso.

  • Gestión de Recuperación de Desastre (incluyendo recuperación de aplicaciones)

Se deben considerar Planes de Recuperación de Desastre y de Aplicaciones para todos los sistemas computarizados utilizados por el laboratorio.

El Propietario del Sistema es responsable por asegurar la existencia, en el lugar, de un Plan de Recuperación de Desastre y Aplicaciones y de las pruebas asociadas.

Cuando los Planes mencionados no se necesitan, la decisión se debe documentar y justificar con un análisis de riesgo que considere el impacto en el negocio.

En caso de un evento de Desastre, todas las aplicaciones y sistemas computarizados serán recuperados de acuerdo al orden de prioridad, el cual se basa en aquellos sistemas que están dentro de los Planes de Recuperación (o contrato) del lugar. De no existir contratos de Recuperación de Desastres, la recuperación de las aplicaciones y sistemas se hará de manera “comercialmente razonable”, basando el orden en prioridad para el negocio (las aplicaciones sin contrato de recuperación de desastres se podrían recuperar dentro de un período de semanas o meses).

  • Sistema Crítico

Un Sistema Crítico o conjunto de sistemas se define como un conjunto de sistemas computarizados críticos y la infraestructura soporte, que, si no es accesible, podría afectar seriamente al laboratorio. 

Factores a evaluar:

  • La dependencia del negocio de la aplicación o servicio y
    • El Tiempo de Recuperación que se requiere para evitar un impacto no aceptable en el negocio.

Los Sistemas que están dentro del listado de críticos, junto con la infraestructura soporte y los procesos, deben tener Planes de Continuidad de negocio y Recuperación de Desastre, disponibles en el lugar.

El listado de Conjuntos críticos debe ser revisado trimestralmente, para su actualización.

Excepciones

No todos los procesos y sistemas requieren planes de Continuidad de Negocio o de Recuperación de Desastre. Esto se basa en su uso y en el nivel de riesgo e impacto que representan en lo que respecta a la criticidad del negocio.

La decisión acerca de que un proceso o sistema no requiera plan de Continuidad de Negocio o de Recuperación de Desastre debe ser documentada y aprobada por el Propietario  del Sistema o el Proceso de Negocio.

 (*) Según Wikipedia:

La resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas. Sin embargo, el concepto ha experimentado cambios importantes desde la década de los 60. En un principio se interpretó como una condición innata luego se enfocó en los factores no solo individuales, sino también familiares y comunitarios y actualmente en los culturales. Los investigadores del siglo XXI entienden la resiliencia como un proceso comunitario y cultural, que responde a tres modelos que la explican: un modelo «compensatorio», otro de «protección» y por último uno de «desafío».

Asimismo, la resiliencia es la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad a pesar de un estrés o de una adversidad que implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos. También se define como un proceso de competitividad donde la persona debe adaptarse positivamente a las situaciones adversas.

Etimología

Resiliencia viene del término latín resilio, «volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar». El término se adaptó al uso en psicología y otras ciencias sociales para referirse a las personas que a pesar de sufrir situaciones estresantes no son afectadas psicológicamente por ellas.

La palabra resiliencia, en cuanto a la física y la química, designa la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y a pesar de los esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo. La palabra proviene del latín saliere, que se traduce como “saltar hacia atrás, rebotar, ser repelido o surgir”, antecedido por el prefijo “re”, que indica repetición o reanudación.