Los beneficios son:
- Un proceso de fabricación sólido, a través de la facilitación de la mejora continua mediante procesos de cambio basados en la ciencia y en el riesgo posteriores a la aprobación;
- Coherencia en el entorno farmacéutico global en todas las regiones;
- Transparencia de los sistemas, procesos, responsabilidad organizacional y de gestión dentro y entre las empresas (por ejemplo, organizaciones contratadas);
- Una comprensión más clara de la aplicación del Sistema de Calidad Farmacéutica durante todo el ciclo de vida del producto;
- Una reducción adicional del riesgo de fallas del producto y de la incidencia de quejas y retiradas, lo que proporciona una mayor garantía de la consistencia y disponibilidad (suministro) del producto farmacéutico para el paciente;
- Un mejor desempeño del proceso, respaldado por revisiones de riesgo efectivas;
- Oportunidades para aumentar la comprensión entre la industria y los reguladores y un uso más óptimo de los recursos de la industria y los reguladores. Mayor confianza de los fabricantes y los reguladores en la calidad del producto;
- Una mayor garantía de cumplimiento de las BPM, lo que genera confianza en los reguladores y puede dar como resultado inspecciones más breves.
- Evaluaciones de riesgos objetivas e impulsadas por el conocimiento que ayudan a lograr estrategias de control basadas en la ciencia y el riesgo, y que conducen a decisiones eficaces, así como a menores riesgos de disponibilidad del producto relacionados con cuestiones de calidad/fabricación.
Publicado por la ECA GMP Newsletter, 18/12/2024.