Archivo bajo la Categoria ‘Reflexiones’

Considere las tres últimas decisiones de importancia en las que ha participado y hágase las siguientes preguntas:

1. ¿Fueron las decisiones acertadas?

2. ¿Fueron tomadas a la velocidad adecuada?

3. ¿Fueron bien ejecutadas?

4. ¿Estuvieron involucradas las personas correctas, de la manera correcta?

5. ¿Estuvo claro en cada decisión…

*quién debía recomendar una solución?

*quién debía entregar información?

*quién tenía la última palabra?

*quién era responsable del seguimiento?

6. ¿Fueron respetados los roles, procesos y marcos de tiempo de la decisión?

7. ¿Se basaron las decisiones en la información adecuada?

8. En caso de producirse divergencias de opinión o de datos, ¿estaba claro quién tenía la decisión?

9. ¿Provenían los tomadores de la decisión de los niveles correctos de la empresa?

10. ¿Fueron los indicadores e incentivos de la organización un estímulo para que las personas involucradas tomaran la decisión correcta?

Espero que estas preguntas le ayuden a mejorar la toma de decisiones.

Cuando la NASA comenzó a poner astronautas en el espacio necesitaban solucionar el problema de cómo escribir cuando no hay gravedad.
Resolver este problema, les llevó 6 años y les costó 12 millones de dólares. Desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo gravedad cero, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie y en un rango de temperaturas que iban desde el punto de congelación hasta superar los 300 grados centígrados.
Dicen que los rusos utilizaban un lápiz.

Tomado de la News Letter de Patricia Hashuel


Manifiesto en 10 puntos simples: “Cómo trabajar mejor”, tomado del Twitter de Eduardo Kastika.

En la pared de un edificio de oficinas de Oerlikon (Zurich, Suiza), está este manifiesto de Peter Fischil y Davis Weiss (escrito en 1991).

Me pareció muy interesante el manifiesto. Ahí va la traducción:

  1. No hagas más de una cosa al mismo tiempo
  2. Conoce el problema
  3. Aprende a escuchar
  4. Aprende a preguntar
  5. Distingue el sentido del sinsentido
  6. Acepta el cambio como inevitable
  7. Admite los errores
  8. Sé claro
  9. Tómatelo con calma
  10. Sonríe

Espero que les sea útil.

 

La característica que define a las organizaciones de alto desempeño es su capacidad para tomar buenas decisiones y materializarlas con rapidez. Las empresas que lo consiguen tienden a seguir algunos principios claros.

Algunas decisiones importan más que otras. Las decisiones que son cruciales para crear valor en la empresa son las más importantes. Algunas serán las grandes decisiones estratégicas, pero igualmente importantes son las decisiones operativas cruciales que impulsan día a día la empresa y que son vitales para la ejecución eficaz.

La acción es la meta. La buena toma de decisiones no termina con una decisión; termina con la implementación. El objetivo no debería ser el consenso, que a menudo se vuelve un obstáculo para la acción, sino la aceptación.

La ambigüedad es el enemigo. Una clara responsabilización es esencial: ¿Quién contribuye con información, quién toma la decisión, quién la lleva a cabo? Sin claridad, el resultado más probable serán atascos y retrasos. La claridad no necesariamente significa concentrar la autoridad en unas pocas personas; significa definir quién es responsable de tomar decisiones, quién de informarlas y quién de ponerlas en acción.

La velocidad y de adaptabilidad son cruciales. Una empresa  que toma buenas decisiones rápidamente tiene un metabolismo más alto, el que le permite responder a oportunidades y superar obstáculos. Los mejores tomadores de decisiones crean un entorno donde las personas pueden reunirse rápida y eficientemente para tomar las decisiones más importantes.

Los roles de decisión se imponen al diagrama organizacional. Ninguna estructura de toma de decisiones será perfecta para cada decisión. La clave es involucrar a las personas correctas en el nivel correcto, en el área correcta de la organización y en el momento correcto.

Una organización bien alineada refuerza los roles. Los claros roles de decisión son cruciales, pero no suficientes. Si una organización no refuerza el enfoque correcto de la toma de decisiones mediante sus indicadores e incentivos, flujos de información y cultura, esa actitud no se volverá una rutina.

Practicar es mejor que predicar. Involucre a las personas que convivirán con los nuevos roles de decisión en su diseño.  El solo proceso de pensar en nuevas actitudes de decisión motiva a las personas a adoptarlas.

UN DIAGNOSTICO DE DECISIONES

Considere las tres últimas decisiones de importancia en las que ha participado y hágase las siguientes preguntas:

  1. ¿Fueron las decisiones acertadas?
  2. ¿Fueron tomadas a la velocidad adecuada?
  3. ¿Fueron bien ejecutadas?
  4. ¿Estuvieron involucradas las personas correctas, de la manera correcta?
  5. ¿Estuvo claro en cada decisión…
    • Quién debía recomendar una solución?
    • Quién debía entregar información?
    • Quién tenía la última palabra?
    • Quién era responsable del seguimiento?
  6. ¿Fueron respetados los roles, procesos y marcos de tiempo de la decisión?
  7. ¿Se basaron las decisiones en la información adecuada?
  8. En caso de producirse divergencias de opinión o de datos, ¿estaba claro quién tenía la Decisión?
  9. ¿Provenían los tomadores de la decisión de los niveles correctos dentro de la empresa?
  10. ¿Fueron los indicadores e incentivos de la organización un estímulo para que las personas involucradas tomaran la decisión correcta?

¿Quién tiene la D? por Paul Rogers  y Marcia Blenko para Harvard Business Review – Toma de decisiones.

Mientras sigan pensando que la creatividad es un don personal, las empresas ignoran miles de ideas que laten entre sus empleados. Éste es uno de los leit motiv de Edward de Bono, el creador del pensamiento lateral.

Según él:  

“Los tres elementos clave en el futuro serán la creatividad, la competencia y el capital”, pronosticó. La eficacia y la resolución de problemas ya no alcanzarán, en opinión del experto, porque la línea económica de base ya no se mantiene en constante crecimiento, incluso puede decrecer, y cada vez hay más personas que generan bienes.

Muchas organizaciones operan sobre la base del mantenimiento y la resolución de problemas. Incluir la creatividad en los negocios es una tarea más compleja. Por lo general se sigue haciendo lo mismo de antes y ocasionalmente la continuidad se ve interrumpida por fusiones y adquisiciones o la copia de ideas de un tercero. Hoy hace falta creatividad, estrategia y conceptos.”

La buena toma de decisiones depende de asignar roles claros y específicos. Esto suena bastante simple, pero a muchas empresas les resulta difícil tomar decisiones ya sea porque demasiadas personas se sienten responsables, o bien porque nadie lo hace. RAPID y otras herramientas usadas para analizar la toma de decisiones entregan a los equipos de altos ejecutivos un método para asignar roles e involucrar a las personas relevantes. La clave es saber con claridad quién tiene la información, quién decide y quién se encarga de ejecutar.

Las cinco letras en RAPID corresponden a cinco roles cruciales de toma de decisiones: Recomendar, Aprobar, Ejecutar (Perform), Informar y Decidir. Cómo Ud. verá, los roles no se llevan a cabo estrictamente en ese orden; nos tomamos algunas libertades para crear un acrónimo útil.

Recomendar>> Las personas en este papel son responsables de hacer una propuesta, de reunir información y de proporcionar el análisis correcto para tomar una decisión sensata de manera oportuna. Mientras desarrollan una propuesta, los recomendantes consultan con las personas que entregan información, no sólo escuchando e incorporando sus opiniones sino también generando adhesión en el proceso. Los recomendantes deben poseer habilidades analíticas, sentido común y astucia organizacional.

Aprobar>> Los individuos en este rol tienen poder de veto -sí o no- sobre la recomendación. Ejercer el veto detona un debate entre ellos mismos y los recomendantes, que debería desembocar en una recomendación modificada. Si esto toma demasiado tiempo, o si las dos partes son sencillamente incapaces de ponerse de acuerdo, pueden elevar el problema a la persona que tienela D.

Informar>> Estas personas son consultadas sobre la decisión. Debido a que las personas que proporcionan suelen estar involucradas en la implementación, los recomendantes tienen un fuerte interés en tomar sus opiniones seriamente. Ninguna opinión es vinculante, pero esto no debería socavar su importancia. Si las personas correctas no son involucradas y motivadas, es mucho más probable que la decisión tambalee durante su ejecución.

Decidir>> La persona que tienela D es el tomador formal de la decisión. Para bien o para mal, es el responsable último de la decisión y tiene la autoridad para resolver cualquier impasse en el proceso de toma de decisiones y para comprometer a la organización a la acción.

Ejecutar>> Cada vez que se toma una decisión, una persona o grupo de personas es responsable de ejecutarla. En algunos casos, los responsables de implementar una decisión son los mismos que la recomendaron.

Poner por escrito los roles y asignar responsabilidades son pasos esenciales, pero la buena toma de decisiones también requiere del proceso adecuado. Demasiadas reglas pueden hacer que el proceso colapse bajo su propio peso. El proceso más eficaz se basa en lo específico, pero es lo bastante simple para adaptarse en caso necesario.

Cuando el proceso es obstaculizado, el problema a menudo puede rastrearse a uno de tres puntos problemáticos. Primero, una falta de claridad sobre quién tienela D. Simás de una persona piensa que tienela Dsobre una decisión particular, esa decisión quedará atrapada en una guerra de voluntades. El caso contrario puede ser igualmente dañino: nadie es responsable de las decisiones cruciales, y el negocio sale perjudicado. Segundo, una proliferación de personas con poder de veto puede hacer muy difícil la vida de los recomendantes. Si demasiadas personas en una empresa cumplen el rol de “Aprobar”, normalmente significa que las decisiones no están siendo empujadas lo suficiente dentro de la organización. Tercero, si hay muchas personas dando opiniones y entregando información, es una señal de que al menos algunas de ellas no están haciendo una contribución significativa.

La organización impulsada por decisiones:

La característica que define a las organizaciones de alto desempeño es su capacidad para tomar buenas decisiones y materializarlas con rapidez. Las empresas que lo consiguen tienden a seguir algunos principios claros.

Algunas decisiones importan más que otras. Las decisiones que son cruciales para crear valor en la empresa son las más importantes. Algunas serán las grandes decisiones estratégicas, pero igualmente importantes son las decisiones operativas cruciales que impulsan el día a día de la empresa y que son vitales para la ejecución eficaz.

La acción es la meta. La buena toma de decisiones no termina con una decisión; termina con la implementación. El objetivo no debería ser el consenso, que a menudo se vuelve un obstáculo para la acción, sino la aceptación.

La ambigüedad es el enemigo. Una clara responsabilidad es esencial: ¿Quién contribuye con información, quién toma la decisión, quién la lleva a cabo? Sin claridad, el resultado más probable serán atascos y retrasos. La claridad no necesariamente significa concentrar la autoridad en unas pocas personas; significa definir quién es el responsable de tomar decisiones, quién de informarlas y quién de ponerlas en acción.

La velocidad y la adaptabilidad son cruciales. Una empresa que toma buenas decisiones rápidamente tiene un metabolismo más alto, el que le permite responder a oportunidades y superar obstáculos. Los mejores tomadores de decisiones crean un entorno donde las personas pueden reunirse rápida y eficientemente para tomar las decisiones más importantes.

Los roles de decisión se imponen al diagrama organizacional. Ninguna estructura de toma de decisiones será perfecta para cada decisión. La clave es involucrar a las personas correctas en el nivel correcto, en el área correcta de la organización y en el momento correcto.

Una organización bien alineada refuerza los roles. Los claros roles de decisión son cruciales, pero no suficientes. Si una organización no refuerza el enfoque correcto de toma de decisiones mediante sus indicadores e incentivos, flujos de información y cultura, esa actitud no se volverá una rutina.

Practicar es mejor que predicar. Involucre a las personas que convivirán con los nuevos roles de decisión en su diseño. El solo proceso de pensar en nuevas actitudes de decisión motiva a las personas a adoptarlas.

Harvard Business Review – Toma de decisiones

El modelo de estilo de comportamiento resulta un instrumento útil para comprender el mundo desde un punto de vista diferente. Las descripciones presentadas a continuación ofrecen algunas pistas sobre los cuatro estilos de comportamiento. La mayoría de la gente demuestra elementos de cada estilo en diferentes ocasiones. No obstante, la gente prefiere un estilo y puedo identificarlo por dichos elementos.

 

FACTORES

PROMOTOR

CONTROLADOR

CONFORTADOR

ANALITICO

Cómo reconocerlos

Se entusiasman, creativos, energéticos Carácter fuerte, sentido de urgencia, orientados   hacia las tareas Les gusta la atención positiva, brindar ayuda y ser   considerados con afecto Buscan muchos datos, habilidades para establecer   sistemas y estructuras

Tienden a preguntar

¿Quién? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo?

Les gusta ser medidos por

Aplauso, observaciones, reconocimiento Resultados, orientado hacia metas Amigos, relaciones estrechas Actividad y quehaceres que conducen a resultados

Lo que les disgusta

Explicaciones aburridas, perder el tiempo con   demasiada información Que alguien les haga perder tiempo al tratar de   decidir por ellos Rechazo, trato impersonal, actitudes sin estimación   y sin sentimiento Incurrir en un error, no estar preparados,   espontaneidad

La mejor manera de tratar con ellos

Entusiasmándose con ellos. Demostrando emoción Dejando que se hagan cargo Brindándoles apoyo; demostrando que los estima Suministrando muchos datos e información

Un líder eficaz

Los inspirará a realizar mayores y mejores logros Les concederá la libertad de que hagan las cosas a   su manera Se preocupará por ellos y les ofrecerá detalles y   planes específicos Estructurará un método de referencia o camino a   seguir
Mejorarán con Reconocimiento y algo de estructura dentro de la   cual puedan lograr la meta Un puesto que requiera cooperación con los demás Una estructura de metas y métodos para lograr cada   meta Habilidades interpersonales y de comunicación

Espero que les resulte útil.

Para sobrevivir en el mundo cambiante de hoy en día se requiere una cultura que fomente la innovación y disponga de un ambiente en el que se guía a la gente. Existen tres pasos principales para crear una cultura a favor de un ambiente que fomenta la innovación:

  • Desarrollar una manera de pensar enfocada en las posibilidades
  • Entrenar e incitar comportamientos de guía-confortador-participante
  • Comprender los pasos para la ejecución efectiva del cambio

Es esencial que todos en la empresa piensen de una manera enfocada en las posibilidades y busquen las ventajas que tienen todas las ideas, sin importar lo extrañas que parezcan ni de donde vengan. Sobre todo, es importante que los líderes demuestren la manera de pensar y que pongan atención especial a sus comportamientos de crítico frente a guía (*).

(*)

Crítico: se concentra en los defectos y en los problemas, identifica barreras, destroza ideas, escucha para poder criticar y juzgar, interrumpe, se detiene en conversar pequeñeces, juzga al expositor, castigas las ideas extrañas y los fracasos.

Guia: se enfoca en los resultados deseados, busca la manera de hacer que las cosas funcionen, encuentra las pepitas de oro en las ideas, escucha para comprender y conversar, permite el tiempo necesario para discutir las ideas plenamente, es considerado con los demás y con sus puntos de vista, incita a las personas a formular nuevas ideas y arriesgarse.

Para la mayoría de los directores, supervisores y líderes de equipos, los comportamientos de críticos son más normales que los de guía. Por lo tanto, generalmente es necesario ayudar a la gente a aprender nuevas habilidades de guía–confortador–participante mediante entrenamiento y estímulo. A continuación se describen varias maneras en que puede ayudar a los demás a mejorar sus habilidades como guías.

  1. Ponga el ejemplo  y cerciórese de buscar siempre las posibilidades en una idea. Suspenda su      juicio y vea más allá de o obvio.
  2. Haga observaciones constructivas de una manera confortadora y atenta cuando observe que la persona está actuando como crítico y déle aliento cuando esté actuando como guía.
  3. Establezca normas de procedimiento para las reuniones y sesiones para inspirar ideas. Establezca procedimientos para esperar a juzgar y evaluar  hasta después de que la persona termine con la porción de producción de ideas.
  4. Coloque letreros u otros recordatorios en las paredes, escritorios, etc. para recordarle a la gente que abra su mente a las ideas nuevas, que piense en posibilidades y que sean guías en lugar de críticos.
  5. Sostenga conversaciones en grupo acerca de los tipos de comportamiento  que son más efectivos para estimular nuevas ideas.

Reproducido de SENN-DELANY Leadership Consulting Group

¿Es el diálogo en sus reuniones un desperdicio de energía? Si éste no vigoriza a las personas y no enfoca en su trabajo, debe estar atento a lo siguiente:
DIÁLOGO INCONCLUSO
Síntoma: Reina la confusión. La reunión termina sin un próximo paso claro. La gente saca sus propias conclusiones interesadas de la reunión, y cuando más tarde no se cumplen las metas, no se puede responsabilizar a nadie.
Remedio: Déle una conclusión a la reunión, asegurando que todos sepan quién hará que cosa y en que plazo. Si es necesario, hágalo por escrito y sea específico.
ATASCOS DE INFORMACIÓN
Síntoma: No se logra que toda la información relevante se difunda. Un importante hecho u opinión sale a la luz después de que se ha arribado a una decisión, lo que vuelve a abrir el debate sobre la decisión. Este patrón se da repetidamente.
Remedio: Asegure de antemano que asistan las personas correctas. Cuando se descubre información faltante, disemínela de inmediato. Haga explícita la exigencia de apertura y franqueza, preguntando: “¿Qué es lo que falta?”. Use el coaching y las sanciones para corregir el acaparamiento de información.
PERSPECTIVAS FRAGMENTADAS
Síntoma: Las personas se aferran a visiones estrechas y a sus propios intereses, y no logran reconocer que los otros pueden tener intereses válidos.
Remedio: Haga que todo el mundo hable hasta que esté seguro de que todos los aspectos de un tema han sido representados. Vuelva a manifestar repetidamente el propósito común para que todos se mantengan enfocados en el cuadro mayor. Genere alternativas. Use el coaching para mostrarles a las personas cómo su trabajo contribuye a la misión global de la empresa.
TODO VALE
Síntoma: Al no dirigir el flujo de la conversación, el líder permite que florezcan comportamientos negativos. Los “extorsionadores” toman como rehén al grupo hasta que los demás vean las cosas a su modo; losa “desviadores” se van por la tangente, contando historias como “cuando yo hice esto hace diez años…” o profundizan en detalles innecesarios; los “mentirosos silenciosos” no expresan sus verdaderas opiniones, o concuerdan con cosas que no tienen la intención de realizar; y los “divisionistas” crean brechas al interior del grupo, al buscar apoyo para sus puntos de vista fuera de los mecanismos operativos de tipo social, o sostienen discusiones paralelas durante la reunión.
Remedio: El líder debe recurrir a su fortaleza interna, señalando repetidamente cuáles son los comportamientos aceptables y sancionando a quienes persisten en sus comportamientos negativos. Si las sanciones menos graves fallan, el líder debe estar dispuesto a eliminar del grupo a la persona en cuestión.

Por Ram Charan para Harvard Business Review

De cómo perder un excelente empleado y ganar un jefe mediocre

Sucede con cierta frecuencia en las organizaciones, que alguna persona del equipo, a la que llamaremos Juan, es identificada como de buen desempeño técnico y como modelo de alguien que representa “el trabajo bien hecho”. Juan aparece como comprometido con su trabajo y con los resultados a obtener. Además es visto por su jefe y sus compañeros como una persona que está identificada con los valores de la organización. Como se suele decir, “tiene puesta la camiseta” de la organización.

De buenas a primeras, un buen día en mérito a su excelente desempeño y como reconocimiento e incentivo a su desarrollo, Juan es ascendido y pasa ser jefe.

En principio Juan está contento: sus ingresos han aumentado y ahora tiene otra jerarquía. ¡Al fin su compromiso y dedicación para con la empresa es recompensado!

Pero pronto, comienzan a desencadenarse una serie de dificultades que llevan rápidamente a la desmotivación de Juan y a su falta de productividad; hasta ayer Juan era excelente, hoy sus resultados dejan mucho que desear. El clima de trabajo ha empeorado. Su Gerente está desconcertado.

Por otra parte, los compañeros de Juan se sienten incómodos al recibir órdenes e indicaciones de quien, hasta ayer, era un par más del equipo. No saben cómo tratarlo y algunos desconocen en la práctica, la nueva autoridad de Juan.

¿Qué ha sucedido? Los responsables del ascenso no han comprendido la magnitud de su decisión, ni mensurado sus consecuencias. Operan bajo un supuesto implícito que sostiene que como Juan era un excelente técnico, ahora será, seguramente, un excelente líder.

Esto sucede porque no se considera que las competencias necesarias para ejercer el liderazgo y coordinar las tareas de otras personas, son muy diferentes a las requeridas para el desempeño técnico u operativo. En efecto, ahora será necesario que Juan comprenda que debe dejar en parte las tareas operativas que venía desempeñando para comenzar a asumir un rol coordinador de la tarea de los otros miembros del equipo.

Por otra parte, observamos con frecuencia que se pide a Juan liderar a los que, hasta ayer, eran sus propios compañeros. De modo que Juan, para lograr los resultados, o bien los solicita desde el “amiguismo” como si fuera un favor que deben hacerle o bien desde una distancia no pocas veces, autoritaria y rígida, que sus ex compañeros resienten y desconocen. “Se le subió la jefatura a la cabeza”, dirán.

¿Cómo salir de una situación en las que todos parecen haber perdido?

En principio, y asumiendo que Juan tiene las condiciones para asumir como líder, es deseable que exista un proceso de acompañamiento en este cambio de funciones, un espacio de conversación con Juan en donde podamos acompañarlo e ir preparándolo para asumir su nuevo rol.

También es necesario dotar a Juan de las habilidades necesarias para su nueva función: herramientas que lo ayuden a planificar, organizar, liderar y controlar el trabajo.

Otro aspecto importante, es trabajar con el equipo que recibe a Juan como líder. Como muchas veces sucede en estos casos, algunos integrantes se veían a sí mismos, antes de la promoción de Juan, como candidatos al puesto de jefe y ahora se preguntan con cierto resentimiento, porqué ellos no fueron los elegidos.

Entre otros aspectos destacables, una información clara y precisa de los motivos que sustentan el ascenso de Juan ayudará a digerir la noticia.

En suma, entendemos que para que la promoción de empleados a puestos de jefatura resulte efectiva, requiere de un proceso de evaluación, preparación y planificación sin el cuál es muy probable que aparezcan dificultades que se traducen en falta de productividad y malestar en la gente.

Lic. Sergio Gutman

Consultor