Las organizaciones se preocupan continuamente por el futuro. El destino que espera a la organización quedará determinado principalmente por lo que haga ahora. Así que los directivos prudentes tratan de leer en el futuro todos aquellos presagios que pueden identificar. No obstante, las organizaciones no examinan el futuro tan eficientemente como debieran. ¿De quién es la responsabilidad de hacer pronósticos? y ¿Quién debe decidir las acciones a tomar ante la especulación de exigencias futuras no comprobables que están por venir? Ver hacia el futuro sigue siendo, ante todo, una tarea individual y sus resultados están guiados por la motivación y preocupación de los individuos.
La mejor manera en que los directivos de una organización pueden estar preparados para enfrentar posibles amenazas y oportunidades es sólo cuando comparten un método común para ver el futuro. Dicho método les debe facilitar la identificación y estimación de efectos, favorable o desfavorables; les permite compartir información relevante y, por lo tanto, mejorar el entendimiento mutuo de cómo evitar amenazas y obtener el beneficio de las oportunidades. Es entonces, cuando se comprende que la manera de considerar las preocupaciones futuras, es aceptando la responsabilidad que de ellas deriva. Abordando así el futuro, éste ofrece muchas oportunidades y no sólo incertidumbre.
El Análisis de problemas (Oportunidades) Potenciales es un proceso que nos permite adentrarnos en el futuro, ver lo que nos depara, y regresar al presente para actuar, y obtener con ello el mayor beneficio posible. Es un patrón de pensamiento que nos permite cambiar y mejorar el futuro, en vez de que este nos alcance imponiendo sus condiciones. Este análisis es un proceso que protege y aumenta nuestras probabilidades de asegurar que el futuro será tan favorable tanto cuanto podamos influenciarlo.
A diferencia del Análisis de Problemas y del Análisis de Decisiones que se emplean para resolver preocupaciones visibles e inmediatas -por la necesidad impuesta por los eventos del momento – el Análisis de Problemas (Oportunidades) Potenciales es un acto voluntario de prudencia.
No debe sorprendernos que el Análisis de Problemas (Oportunidades) Potenciales se emplee con menor frecuencia y menor profundidad que los otros procesos racionales que hemos descrito. Se requiere determinación para asignar tiempo para deliberar sobre imponderables y posibilidades remotas. De hecho, muchas personas que en las organizaciones utilizan las técnicas del Análisis de Problemas (Oportunidades) Potenciales para proteger y asegurar el éxito de planes y programas a su cargo, aprendieron su valor de la manera más difícil.
La gente no puede ignorar el futuro tan sólo por estar ocupada con los acontecimientos del momento. Es difícil pensar en el futuro y saber cómo hacerlo… El sentido común debe incorporarse al Análisis de Problemas (Oportunidades) Potenciales para hacerlo útil, pero se requiere todavía más. El Análisis de Problemas (Oportunidades) Potenciales es un proceso sistemático para descubrir y tratar los problemas u oportunidades potenciales que razonablemente pueden presentarse, y por lo tanto, merecen nuestra atención.
Las preguntas básicas para el Análisis de Problemas Potenciales son: ¿Que podría salir mal? y ¿Qué podemos hacer ahora al respecto?.
Las preguntas básicas para el Análisis de Oportunidades Potenciales son: ¿Que puede salir mejor de lo esperado? y ¿Qué podemos hacer ahora para sacarle el mejor provecho?
Las preguntas específicas que conducen a respuestas específicas constituyen el proceso pragmático y flexible del Análisis de Problemas (Oportunidades) Potenciales.
Tomado de “El nuevo Directivo Racional” de Charles H. Kepner y Benjamin B. Tregoe.