“La motivación es la aparición de cierta disposición en la persona que la mueve a cambiar, producir, mejorar o innovar. Depende mucho de la historia de gratificaciones y heridas que ella tenga. Concretamente provoca que la atención se enfoque hacia determinado punto. Este proceso se activa mediante la aparición de determinados estímulos externos. Es un motor que lleva a buscar o a encontrar aquello que se desea o necesita”, define la licenciada Hilda Cañeque, consultora en Creatividad y Miembro Consultor de UNESCO y UNICEF. “Esa fuerza motor es la que da sentido y continuidad cuando nos comprometemos a hacer algo, y la misma que nos ayuda cuando aparecen los primeros obstáculos en el camino. Es la que nos empuja a intentar una y otra vez a hacer aquello que nos llevará al objetivo deseado. Esto ocurre tanto en la vida personal como en la laboral, porque, en definitiva, una se alimenta de la otra.
“Sucede que muchas veces el objetivo se presenta borroso, incierto, poco claro, hasta que podemos ´desensillar´. Después de algún tiempo de elaboración aparece con más nitidez el interés verdadero. Estar motivado lleva a tomar riesgos, afrontar peligros y abrir la percepción hacia todo tipo de conocimientos. Impulsa los avances”, especifica Cañeque.
La motivación siempre es creativa, renovadora, un empujón hacia lo nuevo.
La innovación y la creatividad son, o por lo menos deberían ser, el motor de todo profesional o trabajador. Sin embargo, algunos especialistas observan que en el mundo laboral de hoy la motivación ha caído hasta niveles demasiado bajos. “Nos hemos convertido en receptores de tecnología, medios audiovisuales, contenidos, pero no en generadores. Todo está demasiado servido. Para que innovar si hay otros que corren riesgos por uno, sería el razonamiento íntimo” explica Cañeque.
Lo que tal vez te preguntes es por qué no dar el paso al frente, tomar la delantera y animarte a ser vos quien modifique tu entorno laboral o profesional. Porque mientras las motivaciones creadas son cada vez menos intensas en los empleados, las corporaciones piden a gritos gente con agallas y creatividad. “Actualmente, los que conducen equipos se quejan a menudo por la falta de motivación en sus subordinados, llegan incluso a prohibir el uso de la computadora con la pretensión de que los empleados dediquen mas tiempo a producir ideas y trabajo creativo” afirma la especialista.
Tal vez entonces encendiendo ese motor de la motivación puedas marcar la diferencia.
Publicado en la revista Tendencia, 05/2011
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